Los locales, ¿Un segmento importante o un recurso en tiempos de crisis?



No puedo simpatizar con el llamado que algunos congresistas y el gremio hotelero  han hecho con el fin de solicitar “al Gobierno nacional medidas para incentivar el turismo interno, como la eliminación del impuesto para los nacionales que embarcan en cruceros, exonerar por dos años del IVA a turistas nacionales y una disminución en el costo de peajes y sobretasa a la gasolina". (El Universal, 2020) Esta es una muestra más de la falta de equidad en nuestro país. Durante años he estudiado y trabajado en el sector del turismo, y creo que el gremio turístico de la ciudad de Cartagena, y del país en general, es ingrato y excluyente, como queda en evidencia en los desmedidos esfuerzos por convertir a la Heroica en un destino más atractivo. Estos han sacado a personas de sus barrios, encarecido servicios, afectado la estructura de un centro histórico otrora residencial, generado contaminación, entre otros impactos negativos, todo con el fin de agradar a los turistas y generar más ingresos. En ese mismo ejercicio hemos hecho al centro inalcanzable para la "gente del común", los cartageneros que viven por fuera del casco histórico, y que se ven excluidos de la posibilidad de tomarte un café, comerse una buena hamburguesa o ir por una buena cerveza, debido a los costos cada vez más altos y a la actitud discriminatoria de sus pares, otros cartageneros y trabajadores, que les ven como un elemento extraño en establecimientos que parecieran solo estar pensados para turistas extranjeros. 

El 8 de marzo llegó a la ciudad el primer caso de COVID-19, un virus de fácil contagio, que exige el distanciamiento social, y pasó lo que nunca el sector turístico hubiese esperado: uno de los destinos turísticos más importantes del país está sin  extranjeros, y no ha generado mayores ingresos por un par de meses. La situación ha obligado a que los servicios turísticos y comerciales modifiquen sus tarifas con el fin de acercarse a los mismos que meses atrás estaban segregados por prácticas de consumo excluyentes. El gremio que nos cerró la puerta en la cara nos necesita para resurgir. Eso sí, la propuesta de reinvención incluye una letra menuda. Esta medida solo está pensada por el intervalo de dos años, mientras los turistas extranjeros regresan. Para ese entonces, los turistas domésticos y los locales ya no serán necesarios. ¡Doble moral!


Este no es un momento para tomar medidas superficiales como pañitos de agua tibia, basadas en la desesperación y la incertidumbre. Debemos ponernos los pantalones, y pensar en las políticas públicas turísticas para ser incluyentes con la comunidad local, y no solo para venderla como "los nativos" que prestan los servicios turísticos. El turismo debe servir para el desarrollo de las comunidades locales de una manera más determinante, crear redes de apoyo, centros de desarrollo turísticos, generar ingresos sostenibles para todos, y tratar de resarcir los efectos negativos que ha traído consigo el turismo en la ciudad y en el país en general. La invitación es pensar  en dinámicas económicas, en la equidad,en ser sostenibles con el medio ambiente, la economía, la comunidad y pensar en las futuras generaciones.



Hotel Casa Baluarte

Comentarios

Entradas populares